El monitoreo en tiempo real de estaciones de calidad del aire es crucial para la protección de la salud pública y la preservación del medio ambiente. La medición continua de gases como el monóxido de carbono (CO), dióxido de azufre (SO2) y partículas en suspensión (PM2.5 y PM10) permite detectar de manera inmediata la presencia de contaminantes peligrosos en el aire.
Las estaciones de monitoreo, al proporcionar datos en tiempo real, permiten a las autoridades tomar decisiones informadas y rápidas para mitigar los efectos de la contaminación, implementar medidas preventivas, y alertar a la población en situaciones de emergencia, mejorando así la calidad del aire y la salud pública
El monóxido de carbono es un gas tóxico que, a altas concentraciones, puede causar intoxicaciones severas y daños al sistema cardiovascular. El dióxido de azufre, por su parte, es un contaminante que puede irritar el sistema respiratorio y contribuir a la formación de lluvia ácida. Las partículas PM2.5 y PM10 son diminutas partículas sólidas o líquidas que, al ser inhaladas, pueden penetrar profundamente en los pulmones y causar problemas respiratorios, cardiovasculares y otras enfermedades graves.